Hoy es día 8 de Febrero de 2012, y estoy aquí, mientras escribo, esperando la inminente llegada de mi hermana y mis primas, quizá con suerte matemática, pasaran de ser 3 a ser 4 las personas que me visiten, Fibonacci dice que no podemos ser solo 4… “1,1, 2, 3, 5….”
El caso es que hoy, además de la llegada de mi esperada visita y por supuesto punto protagónico del día, resulta que también, y por supuesto en segundo plano, es fiesta nacional eslovena.
Hoy se conmemora la muerte del poeta, France Prešeren, que es uno de esos poetas románticos de vida sumamente interesante, pero trágica y melancólica, que resulta irremediablemente atractiva. Este hombre, que además de poeta era abogado, es considerado, prácticamente un héroe nacional, junto al arquitecto Jože Plečnik. Vivió cuando Eslovenia pertenecía al imperio Austro-Húngaro, y solía escribir en alemán y en esloveno, uno de sus poemas “ El brindis” es hoy himno nacional.
Como romántico que era, era borracho, y tenía historias de amor imposibles. De hecho, organizando una visita rápida de la ciudad, he descubierto que, en la plaza mas céntrica de Ljubljana, la plaza circular del Prešeren, punto de encuentro de prácticamente todo, la escultura del poeta no mira a cualquier sitio, sino que, lo hace a la ventana de un edificio donde vivió Julija Primic, su gran amor.
Buscando en Google, encuentro dos descripciones distintas para el mismo edificio, este en el que se supone que vivió el amor de Prešeren, uno es “El Pequeño rascacielos” que se construyó en 1931, y como otros muchos edificios que se construyeron tras el terremoto de 1895, es del modernismo vienés (Secesión Vienesa), otro es la casa Hauptmann, construida en 1873, y reconstruida en 1904, tras el terremoto, si alguien sabe cual es el nombre correcto… por favor que lo diga.